Comienza el viaje con salida desde Auckland con Andreas, un chico alemán de 25 años amigo de una compañera de la casa e Isa.
Por la mañana estuve preguntándole si sabía donde había un alquiler de coches porque ya era hora de romper con la monotonía que había desde que llegamos a Auckland. Este me dijo que esa misma mañana iba a alquilar un coche y que si nos queríamos ir con él y compartiéramos gastos que no había problema.
Así que pa’lante. Comenzamos con una salida un poco accidentada de Auckland hacia Turangi porque hasta que no encontramos la salida correcta dimos unas cuantas de vueltas.
Pasamos por el pueblo de Huntly, Ngarauwahia, y Hamilton, muchos kilómetros y carretera siguiendo la autovía 1.
Llegamos a un mirador antes de nu
estra llegada a Turangi en que teníamos el Lago Taupo delante de nosotros. Es el lago más grande del país que descansa en la caldera de un volcán formado hace 300.000 años, ayer mismo, vamos..
Esta actividad volcánica persiste en los alrededores de Rotorua que presentan fascinantes áreas termales. Está rodeado de montañas, las cuales 3 nevadas al fondo, Monte Tongariro, Monte Ngarauhoe, Monte Ruhapehu parecía como una postal. Parecía que todo estaba perfectamente y milimétricamente colocado.
Proseguimos la marcha que nos llevaría a Turangi, paramos a reponernos de provisiones para pasar la noche, porque no sabíamos donde íbamos a terminar, por si cuando la cama estuviera cerca, el frigorífico no, no pasáramos hambre.
Cogimos el coche y nos pico la curiosidad ver de cerca la montaña que más nieve tenía el Monte Ruhapehu.
Yendo de camino a ella, nos dimos cuenta que estaba más lejos de lo que parecía y nos desviábamos demasiado de nuestro camino, se hacía de noche y el presupuesto para la gasolina estaba contado, más importante aún era el tiempo que era más limitado aún, solo un fin de semana.
Hicimos la noche en un lugar preparado para mochileros por 26$NZ dónde podías disponer de una cocina común muy bien preparada, duchas y baños comunes muy limpio todo, sitio perfecto para amantes del trekking, la escalada, y pesca por su situación en medio de las montañas.
Con un río con vías fluviales contiguas que son lo bastante serenas para considerarse la capital mundial de la pesca de la trucha marrón. Antes de cenar y dormir fui al río en cuestión a hacer unas cuantas de fotos, aprovechando el buen caudal del río Tongariro y el sol que ya iba cayendo.
Por la mañana, me levanto el primero a las 6.30, aquí amanece mucho más temprano y una vez que veo luz ya no me aguanta nadie en la cama. Me hago un buen plato de pasta de la que tienen en el bote común que es de la gente que abandona el hostal. Allí comencé a hablar con un chico alemán de 22 años que viajaba solo.
Vivía en Auckland y también llevaba la misma ruta. Me dijo que ya tenía el billete para ir a Rotorua, que sería el siguiente lugar al que iríamos, me dio el teléfono y que nos podríamos ver allí. Así que le dije que se viniera con nosotros, aunque perdiera el dinero del bus, con nosotros llegaría antes y además haríamos alguna que otra parada por el camino así que podría ver más cosas.
Paramos a ver las cascadas de Huka (HUKA FALLS). Son unas cascadas que parecen sacadas de la nada, porque no te las esperas recién salido de Turangi dirección Taupo. Estas impresionantes cataratas son el lugar donde el río más largo de Nueva Zelanda, el Wiakato, que nace en el Lago Taupo, atraviesa una pequeña sima precipitándose desde unos
Cruzando el puente se percibe la fuerza de este torrente que los maoríes llaman Hukanui(gran cuerpo de espuma), en día soleados como el que vivimos nosotros el agua aparece cristalina. El color del cielo, el celeste de sus aguas, la saturación de colores del paisaje era sencillamente impresionante, el color verde clorofílico de las plantas de la que mucha culpa tiene la incidencia del sol ahora que es verano aquí.
Hace que el color de todos los componentes de la foto cambie de dimensión
Y fuimos a parar al lago Rotorua, donde el olor a silicio comienza y no termina hasta que te vas de Rotorua. Incluso a pocos metros del Lago la actividad volcánica es patente, de ahí el olor a silicio, el color del agua, burbujeo de la tierra, y las emanaciones gaseosas que parecen un truco de magia del mejor de los magos.
Están a
Unos metros más río abajo un lugar dónde había profundidad suficiente para saltar al agua desde unos
Llegados a Tauranga, encontramos otro lugar para dormir. Ciudad costera de 112.000 habitantes donde mucha gente va a pasar su fin de semana huyendo de la locura y frialdad de Auckland y demás ciudades de alrededor, donde también se desbocan y olvidan su decencia y rectitud semanal, una cosa parecida a Punta Ballena en Palma de Mallorca, muchos que lean esto sabrán de lo que hablo
Después de cenar, ahí estábamos Andreas y yo para bebernos unas cuantas Guiness y poco más, al día siguiente nos levantábamos no muy tarde para cubrir los
“Una mente que ha sido estirada por nuevas ideas, nunca podrá recobrar su forma original”
(Albert Einstein)
o_O Me dejas alucinada con las fotacas que estás haciendo Gomito. Qué preciosidad de paisajes. Sigue deleitándonos por favor!! :)
ResponderEliminarQué bien vives hermano.... (Tenía que decírtelo) :)
Te quiero
ke grande Javi! tio, yo estuve ahi, en Rotorua, en el año 94, ya no me acordaba de como era aquello. Muy buenas esas fotos tio. Un abrazo. Iker.
ResponderEliminarPara empezar honor el mio que me hayas invitado a tu blogg, que segun como eres......... jejeje, y para terminar ya había intentado escribir aquí sin exito, es lo primero que hice ¿haber que te piensas??? jijiji
ResponderEliminareheheh!!!! lo consegui, pero que sepas que es dificil un rato....
ResponderEliminarJavi, eres único, tengo ganas de verte amigo, ¡¡¡un abrazo!!!
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